En conformidad con el ideal de Santa Teresa de Jesús, vivimos en un clima de soledad, silencio, y comunión fraterna, a semejanza del pequeño colegio de Cristo que tiene por centro el amor del señor y por norma la caridad fraterna junto a una generosa abnegación evangélica.
Para vivir siguiendo las huellas de Jesucristo, nos dedicamos con mayor ahínco a desarrollar:
- La dimensión contemplativa del ser humano abriéndose al diálogo con Dios.
- Tratarnos como hermanas con caridad plena meditando día y noche la palabra del Señor.
- Orando juntas o a solas muchas veces al día.
- Celebrando cada día la eucaristía.
- Trabajando con las propias manos.
- Purificándose de toda mancha de pecado.
- Viviendo pobremente y poniendo en común los pocos bienes que se poseen.
- Amando a la Iglesia y a toda la gente.
- Conformando la propia voluntad con la de Dios buscada en la fe con diálogo y discernimiento.
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